Esta industria
es la que muestra mejor que ninguna otra el significado de la era digital,
de la influencia de Internet sobre todo lo que nos rodea: para bien y para mal.
La era
digital ha acercado la música a rincones de nuestro país y de nuestra sociedad
que antes no tenían ningún interés en ella, ha contribuído a que para muchos
vivir sin música en el día a día sea como no vivir. Pero también hay
damnificados, porque en todo intercambio hay unos que pierden y otros que
ganan.
Según
datos de Productores de Música en España (Promusicae),
desde el año 2006 las ventas totales de música en nuestro país no han
parado de descender. Un -23% en 2007, un -17% en 2009 o un -11% en 2011.
Un descenso que todavía es más acusado si se analizan únicamente las ventas
musicales en formatos físicos, donde sólo los vinilos (LPs) han conseguido
mantenerse en niveles positivos desde el año 2005: en el año 2005 se vendieron
15.000 LPs, hoy en día más de 141.000.
Las ventas de música digital muestran una tendencia positiva
desde el 2006, año en el que Promusicae comenzó a publicar los datos para
nuestro país. Desde entonces las ventas de música en dicho formato han
experimentado crecimientos de dos dígitos excepto en un período de
tiempo (2008), con un +8%. Y también en estos úñtimos 5 años, el volumen de
negocio de iTunes, Amazon o Spotify en España ha crecido a un ritmo medio del
17%. Un ritmo, que bien es cierto, no es suficiente para contrarrestar el descenso
en ventas físicas.
Según datos de la SGAE, en el año 2011 se
celebraron 5.000 conciertos menos que en 2010,
sobre un total de 121.000. Este descenso en el número de actuaciones en
directo ha ido acompañado de un descenso también en el número de
asistentes: un 11.6% menos de público en el 2011 con respecto al 2010.
Uno podría pensar que estos datos de la SGAE son
sesgados para favorecer sus propios intereses a la hora de negociar contratos
con artistas y cesión de derechos, pero un reciente estudio publicado por la
Asociación de Promotores Musicales de España (APM) apunta en la misma
dirección. Según los datos que maneja la APM, que representa el 80% de los
conciertos de iniciativa privada que tienen lugar en España, en el 2011 se
celebraron un 18% menos de conciertos que en el año anterior.
¿Por qué este descenso tanto de espectadores como de
espectáculos? Esto es cuestión de que la gente no tiene tanto dinero como antes
por el efecto de la crisis, de que la forma en la que se consume música ha
cambiado”, y como consecuencia, el directo tiene una menor importancia para un
buen número de espectadores.