lunes, 21 de enero de 2013

EL DECLIVE DE LA INDUSTRIA MUSICAL ESPAÑOLA









La industria musical ha cambiado radicalmente en los últimos diez años.Si a finales de los 90 alcanzó su mayor esplendor, vendiéndose más millones de discos que nunca, en la primera década del 2000 se ha vivido la etapa de la explosión de aquella burbuja y el inicio de una crisis que, según las compañías discográficas, no cesa. Pero no solo la industria ha cambiado, también la música y el público.  


Esta industria es la que muestra mejor que ninguna otra el significado de la era digital, de la influencia de Internet sobre todo lo que nos rodea: para bien y para mal.

La era digital ha acercado la música a rincones de nuestro país y de nuestra sociedad que antes no tenían ningún interés en ella, ha contribuído a que para muchos vivir sin música en el día a día sea como no vivir. Pero también hay damnificados, porque en todo intercambio hay unos que pierden y otros que ganan.
Según datos de Productores de Música en España (Promusicae), desde el año 2006 las ventas totales de música en nuestro país no han parado de descender. Un -23% en 2007, un -17% en 2009 o un -11% en 2011. Un descenso que todavía es más acusado si se analizan únicamente las ventas musicales en formatos físicos, donde sólo los vinilos (LPs) han conseguido mantenerse en niveles positivos desde el año 2005: en el año 2005 se vendieron 15.000 LPs, hoy en día más de 141.000.




Las ventas de música digital muestran una tendencia positiva desde el 2006, año en el que Promusicae comenzó a publicar los datos para nuestro país. Desde entonces las ventas de música en dicho formato han experimentado crecimientos de dos dígitos excepto en un período de tiempo (2008), con un +8%. Y también en estos úñtimos 5 años, el volumen de negocio de iTunes, Amazon o Spotify en España ha crecido a un ritmo medio del 17%. Un ritmo, que bien es cierto, no es suficiente para contrarrestar el descenso en ventas físicas.
Según datos de la SGAE, en el año 2011 se celebraron 5.000 conciertos menos que en 2010, sobre un total de 121.000. Este descenso en el número de actuaciones en directo ha ido acompañado de un descenso también en el número de asistentes: un 11.6% menos de público en el 2011 con respecto al 2010.
Uno podría pensar que estos datos de la SGAE son sesgados para favorecer sus propios intereses a la hora de negociar contratos con artistas y cesión de derechos, pero un reciente estudio publicado por la Asociación de Promotores Musicales de España (APM) apunta en la misma dirección. Según los datos que maneja la APM, que representa el 80% de los conciertos de iniciativa privada que tienen lugar en España, en el 2011 se celebraron un 18% menos de conciertos que en el año anterior.
¿Por qué este descenso tanto de espectadores como de espectáculos? Esto es cuestión de que la gente no tiene tanto dinero como antes por el efecto de la crisis, de que la forma en la que se consume música ha cambiado”, y como consecuencia, el directo tiene una menor importancia para un buen número de espectadores.